Regando macetas de casa, del jardín se encarga la lluvia.
Normalicemos el no tener miedo al cuidar de nosotros primero, al decidir apartarnos de un lugar que no diga nuestro nombre. Normalicemos no juzgar ni ser juzgados por las emociones que sentimos, normalicemos contar con los huevos para mandar todo a la chingada aun cuando el mundo se queje. Hay un chingo de sed de amor y tanta poca agua, no se trata de ser egoístas, no se trata de