Seré breve, pero bueno algo breve no siempre es menos importante, creo que hay veces en que las cosas breves pasan a segundos planos, como si no importaran, personalmente creo que lo breve no es menos importante que lo que dura una vida.

Creo que la brevedad en las cosas es muestra de la aceptación de que el tiempo no es el correcto, que las personas no son las correctas. Pero eso no significa que sean las equivocadas. Hay tantos factores que influyen en nuestra realidad, como el tiempo y la brevedad de las cosas.

Hoy aprendí que el tiempo no dicta todo y que comerse al mundo de un bocado también te hace daño.

Es un balance chistoso entre disfrutar el momento y el atracón, como un Snicker’s o esa nieve de café que me acabé aun cuando no era mía; esas mordidas de vida que, como aquella nieve, saben tan ricas que no puedes dejar de comer hasta que llega a un punto que la nieve se acaba, y hay de dos: realizarse que tienes un autocontrol de la chingada, o ir por más nieve y repetir el proceso.

Esta vez no quise repetir el proceso, no quise ir por más nieve de café, porque no se trata de acabármela en una sentada, se trata de compartirla, en momentos específicos, en una película después de las 9 pm o en una tarde de domingo que haga frio y cuando se acabe, ahora si ir por otra.

Me di cuenta de que me estaba comiendo esto como aquella nieve de café.

Por más breve que haya sido esta nieve, por más breve que hayas sido tú, si es que estás leyendo esto, te digo, me hubiera encantado ir por otra nieve, pero hubiera terminado exactamente como la primera, acabada de una sentada y sacando el autocontrol por la ventana.

Por eso mejor dejo de comer nieve un rato y mejor voy por unas saladitas y un café, pero con toque de vainilla para no extrañar tanto lo dulce.