Se comprobó que sonrisa mata carita

El día empezó bien, como un domingo normal, de esos que solamente son.  La mañana tibia, con un ligero toque amargo por el día anterior. La noche previa había movido el colchón de la cama al cuarto de la sala, como lo hago de costumbre cuando sé que no podré conciliar el sueño de manera sencilla. De esas noches que escuchas tus propios pensamientos como si te estuvieran gritando, donde la mente