No sé si han visto comedias románticas, realmente muchas comedias románticas pasan por momentos en los cuales dices, “esto es una mamada”, o sencillamente la comparativa con a la vida real es muy escasa.
Pero déjame decirte que, en efecto, esas mamadas, si pasan.
Personalmente nunca fui muy fan de este genero de películas por que realmente es una montaña rusa de emociones que te quieres evitar; que, si una relación no terminó bien, que, si la amiga no se dio cuenta de algo o de la pelea innecesaria que dio lugar a un quiebre emocional muy culero.
Lamentablemente cuando nos toca vivir una comedía romántica, a veces queremos pensar que somos el protagonista en esta película, que la historia es sobre nosotros.
Sin embargo, con el tiempo vas descubriendo que realmente no todo se trata de ti, lo cual al principio te afecta, pero al final lo superas.
Después de varios días de un mal sabor de boca al terminar de ver esta película que me toco vivir, aprendí que no hay que darle entrada a cualquiera a tu vida, que las primeras impresiones no siempre son las que cuentas, que hay comprar tus propios cojines. Que el tiempo no define el amor, que las amistades se transforman o se acaban, que tu perspectiva no es la única y que sencillamente todo lo que pasa en esta película se debe de tomar como lo que es, una comedia.
Así que, si sientes que estas viviendo una comedia romántica de mal gusto, te aconsejo que mejor vayas por unas palomitas, te sirvas una cuba y le des reproducir, porque muy seguramente en esa comedia romántica, tu dejaste de ser actor para terminar siendo espectador.
Yo por eso que bueno que mandé a la verga por fin este género y mejor me pongo a participar en series de humor negro.