Sin más ni menos, el día me jodió y no de esas formas bonitas que hablan en un tal libro con tal Marqués. Que si pa’ un lado que sí pal otro, total recorrí toda la pinche ciudad desde la mañana hasta finales de la tarde.

Sin entrar en mucho detalle, pude darme el tiempo de reflexionar sobre ciertos temas durante los trayectos del día de hoy.

Reflexioné sobre el por qué estoy valiendo verga en el asiento de atrás de un camión, también toqué el tema de lo que me emputa hoy por hoy, lo cual pensé que era poco hasta que llegué al primer destino.

Maldigo el pinche sistema gubernamental de trámites y procesos que no vale ni un queso. Me recordaron al sistema de salidas románticas que se vive hoy en día con tanta oferta; Un sistema de pura tranza y atajos, en donde tú nada más como pingüino sonriendo y buscando al cabrón que no te la deje caer completa de primera instancia.

La verdad no he intentado entrar en esas aplicaciones últimamente, esas que te motivan a encontrar tu otra mitad, porque muy la neta, la otra mitad a mí me viene valiendo un poco de madre.

La verdad es que nadie necesita otra mitad, se necesita superar el jodido miedo de estar solo y pasártela rico (de cualquier forma) contigo mismo.

Mucho tiempo estaba atrapado en este pedo de pasar de persona en persona, por el simple hecho de que no sabía estar solo conmigo mismo y siendo franco, también me valía madres afrontarlo.

Realmente me sigue valiendo madres, simplemente creo que ya el nivel de paciencia en aguantar o relacionarme con otra persona solo por no estar solo es muy bajo. Tan bajo que, para evitarme ese pedo, ahora si prefiero estar solo.

Y es entonces donde descubrí que los sistemas gubernamentales de trámites y el saber estar solo, lleva el mismo proceso. Te lo pongo muy sencillo, son cosas que tienen que pasar, que tienes que hacer y que en algún punto tienes que aprender a disfrutar esa cogida mental y emocional que vas a tener mientras lo haces.

Yo por eso mejor me sirvo una tequilita sin limón ni sal, porque ya le agarré gusto a que las cosas pasen por si solas, sin forzarlas, así como quien dice “al natural”.

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