Con la palabra “bingo” resumo todo, anteriormente nunca me había interesado el sentarme a jugar lotería, siempre lo vi como un juego, no señorial, pero no de mi interés; Sin embargo, puedo decir que he llegado a tener cierto gusto a la dinámica de estar buscando el sombrero, el borracho, el valiente y bueno hasta el nopal.
Poco a poco fui encontrando similitudes entre la lotería y la vida, creo que eventualmente terminamos siendo, en una reflexión un poco elevada, un elemento del juego en alguna situación de nuestras vidas.
Como decir que un día eres la dama, lista para ser rescatada de tu torre de beneficios y goces ignorados, así como otro día, llegas a ser el borracho, el que está al exterior de un establecimiento o en alguna reunión sin ninguna realidad correcta en su mente. Todos llegamos a ser un elemento de la lotería nos guste o no la idea.
Al igual que en la vida, en la lotería se ve involucrado un factor el cual no está completamente bajo nuestro control, unos le llaman suerte, otros le llaman destino, en lo personal me gusta llamarle “la inevitable realidad”, esa situación o acción que tiene que pasar por que tiene que pasar, en donde unos ganan, otros pierden y en ciertos casos unos ni logran jugar.
Durante las veces que he compartido dicho juego, normalmente me encuentro pensando en la historia que comparto con la ficha o carta que acaba de salir, por ejemplo, si salió el canario, me remoto a aquella vez en secundaria que expuse a mis compañeros con el fin de no costarme la expulsión. O en otro caso, el diablito, ligándolo a aquellas veces que definitivamente se mantuvo un comportamiento de la chingada hacia una o varias personas.
Si te preguntabas, aunque aprecie jugarla, no, no soy bueno en la lotería, porque cuando estoy en el juego, mi mente se distrae en la relación de la ficha con alguna fracción de mi corta vida, y para cuando reacciono, ya tiraron tres fichas más.
Supongo que la lotería es para gente que vive principalmente en el momento, para esos que están presentes y atentos a las indicaciones del “ahora”. Creo que, en lo personal, no vivo tanto en el presente, me encanta cuestionar lo que va a pasar y el joderme la existencia por los errores del pasado, el presente desafortunadamente lo he visto muchas veces como un puente hacia “lo siguiente”.
Una de las cartas que más me gusta son las jaras, nunca me salen, pero me gusta estéticamente y conceptualmente porque se asemeja a la dualidad, eso que casi todos tenemos en donde unos son más capaces de sobrellevarla que otros. (sé que ninguna carta tiene un trasfondo reflexivo, estoy consciente de eso)
La dualidad son esas voces que te dicen “si hazlo” y por otro lado te enumera cada escenario negativo de lo que puede pasar si lo haces. La dualidad es algo que nos vamos forjando y definiendo a lo largo de nuestra vida conforme a las decisiones que vamos tomando, el saber por cual lado nos doblamos y por cual no.
Siento que la mayoría de las personas y me incluyo, somos como la chalupa, esa mujer bonita, con un vestido totalmente hermoso, en medio un rio sin rumbo. Somos la chalupa en un término constante, estamos a bordo de una pseudo barco, decidiendo para donde remar, vamos muy arreglados en medio de una naturaleza salvaje en donde todo puede pasar, hacia un destino que nos ponemos, adornados con las mejores cosas que poseemos para llegar mostrando siempre la mejor versión de nosotros.
Aun que, si nos fijamos, solamente es la mujer, el remo y el rio. El llegar al destino es cansado, pero está en nosotros saber cómo hacerlo y definir el nivel de remo para identificar cuanto nos vamos a tardar en llegar.
Es ahí donde la lotería, siendo la chalupa, es igual que la vida, donde algunas personas ganan por que tienen claro su objetivo, otros pierden porque su barco no fue estable, y algunos desafortunadamente no logran jugar porque ni siquiera aprendieron a remar. (Si quieres ser el diablito, el gorro, el sol, o la estrella, adelante, no te tienes que sentir encasillado con la chalupa)
En conclusión, todo en esta vida se puede relacionar con algo, solo necesitas saber que tanto le quieres escarbar, he ahí el dicho “El que busca, encuentra”. Así que deja de buscar cosas que no tienen relevancia, como el por qué la lotería se parece a la vida y ponte a vivir, no seas como yo, no intentes buscar un sentido a algo que muy seguramente no lo tenga, mejor vive el presente, aprovecha lo que te llega y que no se te pasen las “fichas” que la vida te va aventando, porque en una de esas y ya ganaste.