Me considero que soy una persona altamente capaz de manejar cualquier tipo de relación, y no hablo de manejar en el aspecto negativo, sino el de navegar la relación de la mejor forma que creo conveniente. El problema está que a veces mi mejor forma de navegación no concuerda con el barco en donde estoy.
Durante mi poca experiencia, he encontrado temas problemáticos, como el iniciar las primeras citas con la frase “Háblame de ti”, es ahí donde se empieza a desmenuzar la persona y buscas comprender cada fibra de lo que estas escuchando, sin embargo, conforme pasa el tiempo me doy cuenta de que dichas fibras la van dando acidez a la relación.
No es tan complejo, es como decir que, al principio de la relación, cada quien se está vendiendo de la mejor manera, y aunque queramos estar en mundo utópico o de cuento de hadas, se puede deducir que al iniciar una relación estas iniciando una transacción, donde tú eres el producto en venta y es tu mera importancia presentarte con la mejor careta y así lo hace la otra persona, la verdad se tenía que decir y se dijo.
Lo que me enoja, es el llegar al punto en donde te llegas a sentir comprometido por aceptar las “fibras” de la otra persona, sin darte lugar a comentar tu disgusto pues tienes miedo que afecta la relación, o a la otra persona involucrada. En realidad, llega un punto que te das cuenta que todo es la comunicación y, sobre todo, el cómo mantienes la comunicación al expresarte, es ahí donde creo que empieza ya la etapa dos de la relación
La etapa dos de la relación, en lo personal creo que es cuando se empieza a de decir la palabra debida, es decir lo que no se dijo durante la primera etapa, donde se tocan temas o errores del pasado, del sexo que quieres tener que nunca se tuvo, las reflexiones cotidianas de tus sueños, los errores del pasado, etc. Cualquier tema de interés que pueda dar a conocer mejor la relación en la que te encuentra, sin embargo, aún no se llega hablar de todo… Es como meter el pie en la alberca para saber qué tan fría esta.
Quiero tomar el ejemplo de un barco en el océano, es decir, ahorita ya tenemos el barco saliendo del puerto, iniciando un viaje lleno de dudas, pero con el objetivo de un destino, ya paso la emoción de hacer maleta, de cargar todas las cosas buenas, ahora estas adentro, y tienes que empezar a organizar, suministrar y sobre todo comprender el estilo de vida de la otra persona a un nivel más íntimo,
Para lo que me corresponde, una tercera etapa empieza después de cierto tiempo en donde empiezas a relajar esa personalidad con la que llegaste a la mesa, esa personalidad con la que te subiste el primer día al barco, esto porque te rodea la idea de “la compra ya está hecha”, y no por decir que te presentes falsamente desde un inicio, sino que sencillamente ya estás del otro lado.
Durante tu viaje, empiezas a relajarte, empiezas a desenvolver tu estilo vida y demostrar tu nivel de reacción más puro, empiezas a enseñar ciertos afectos y abstenerte de otros, por qué se siente que ya es segura la situación. Es donde también sale a flote los temas conflictivos, o como dicen en muchos textos “las áreas de oportunidad o áreas grises” y empieza la etapa de “lo que te tengo que decir.
En esta etapa, se exponen las circunstancias, el disgusto ante ciertas conductas cotidianas o naturales de la otra persona, y llega el reclamo, sin embargo, es muy cierto que la forma en que se dicen las cosas puede cambiar completamente la respuesta de la otra persona. Durante esta etapa es donde la mayoría de las relaciones o se fortalecen, se callan o rompen, porque estamos en una vida de por si complicada como para complicarnos más la existencia, y es ahí donde nuestro querido barco se ve amenazado por un ciclón fenomenal.
El barco en este momento está en manos de los dos, de plantear estrategias para sobrellevar el ciclón que viene de frente, pero dicho enfrentamiento solo puede llevarse a cabo planteando la estrategia correcta. Es ahí donde en la relación llega la famosa inteligencia emocional, que sencillamente y sin tanto royo es la vocecita que dice “en qué punto medio nos vamos a ver” , es decir, que se modifica, que se sobrelleva, que no se aguanta y sobre todo, que tengo que hacer yo como individuo para mejorar el “nosotros”.
Como alguien que ha experimentado no un viaje, o dos… puedo decir que en esta etapa es donde la comunicación tiene que ser fundamental para llegar y librarse de esta pequeña tormenta, el decir las cosas como son, sin caer en lo insultante, el evitar la manipulación emocional a toda costa, y sobre todo el ser empático con la persona que tienes alado. Recuerda que el barco, el viaje y la tormenta es de los dos, por lo cual se tiene que cuidar a la otra mitad.