Juro solemnemente en esta toma de protesta reducir el nivel de pendejadas proporcional a los años anteriores, ya que el autogobierno, al parecer, no dio mucho avance en el periodo pasado. (¿De qué hablas?)
Creo que todos llegamos no una, ni dos, ni tres veces, sino más, a ese lugar donde levantas una toma de protesta contra ti mismo, ese golpe de estado interno que saca la bandera del patriotismo personal. Pero al momento de gritar «¡Viva!»… ¿no encuentras a quién? Exacto. Ese lugar donde ya no sabes, ni dónde estás, ni cómo llegaste, ni para dónde vas, ni a quien le hechas porras.
– ¡Viva… viva…! ¿Viva quién, wey?
Esta creo que es mi tercera vez situado en este mismo espacio, laboralmente hablando, donde realmente no sabes quién firmó el tratado de libre comercio en decisiones profesionales y quién distrajo con una cortina de humo para evitar altercados.
Podemos decir que la lógica no siempre tiene la razón, que muchas veces el corazón o el instinto estaban distraídos en otro punto, un poco nublados en esa cortina de emociones diarias que no te permitieron tener un juicio correcto sobre el siguiente paso a dar.
Una vez firmado el acta, todo se pone en movimiento, y con la vista clara terminas como espectador de un show que ni compraste, ni pagaste y, deja tú, ni siquiera quisiste la prueba gratuita de 30 días.
– ¿Dónde está el mentado portal para cancelar la suscripción y por qué me pide 53 pasos para hacerlo? Renovación automática, ¿como por qué? Yo me quiero salir.
Tomas de protesta en guerras que pudiste haber parado con solo evitar tomar decisiones emocionalmente nubladas porque se escuchan racionalmente completas. De ahí viene la importancia del dicho: no hacer promesas en un pico de alegría ni tomar decisiones cuando la curva está baja. La idea es llegar al plano neutral para que, en el siguiente periodo de gobierno personal, los tres poderes que nos gobiernan (corazón, cerebro y espíritu) estén en la mesa al tomar la decisión.
Evitemos el totalitarismo personal e involucremos una toma de decisiones completa, pensada y planeada (también debatida) para evitar golpes de estado en un futuro. Yo por eso, aunque no sepa para dónde voy, por lo pronto ya inicié el golpe de estado porque no me estaba gustando este periodo.
– Así que ¡viva… viva…! Viva el salirse a tiempo de las cosas para llegar temprano a las otras.